Ciudad Bolívar, 11.05.68 (Especial).
El Babandi o "planta del amor", como ha sido bautizada ahora,
no solamente pertenece a la flora yuruarense sino que forma parte de la
leyenda, de la tradición y de las costumbres de un pueblo.
Una adolescente cuando apenas tenía quince años lo menciona en un poema
nostálgico que fue traducido al portugués. El nombre no lo mencionamos porque
así ella nos lo ha pedido. Pero dice así:
Upata, pueblo autóctono de selva prisionero / Nostálgico perfume del
viejo Amivalac / Orquídea que desmaya sus pétalos de Luna / Sobre las ninfas
verdes que embriaga babandí ¡ Cobrizas razas idas remotas te cantaron /
Dolientes yerebies, guaruras del dolor / Tus piedras silenciosas altares del
Dios Saurio / Conservan caciquesas tu antiguo resplandor / El grito del moriche
alegre te despierta / Yocoima misteriosa de ti su Dios nutrió / Su queja hecha
plegaria esplende tus palmares / Rizadas copas tristes en grito eterno a Dios /
Upata voz de fuego surcando los azules / El Sol orfebre de oro collares te labró.
/ Torrentes, arcoíris, plumajes y mujeres / Y a tu belleza agreste ,con, ella
deslumbró / Por esa Diosa indígena enferma de ciudades, Rompiendo candelabros quisiera,
a ti volver Robar de nuevo el fruto de
dulces mereyales y oír los yerebíes del viejo Amalibac.
(Lo revelo ahora: Mimina
Rodríguez Lezama)
No podía ser otra, nada más y nada menos que nuestra querida poetisa MIMINA RODRIGUEZ LEZAMA, hija de Upata.
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